La Utilización de La Imagen Del Niño en Producciones Artísticas y Publicitarias

Resumen

Brasil, buscando garantizar una tutela especial a los niños y a los adolescentes, adoptó la doctrina de protección integral, la cual constituye un conjunto de principios y reglas previstos en el ordenamiento jurídico para la defensa de los derechos y de las garantías fundamentales de los niños y adolescentes, consagrándolos como sujetos de derecho en desarrollo, que merecen especial atención de la familia, de la sociedad y del Estado. De entre los principios está el de mejor interés del niño y el de la parentalidad responsable, este último previsto en el art. 226, § 7º, de la actual Constitución Federal, al lado de la dignidad de la persona humana, que fundamentan la planificación familiar. Además de principios protectores, hay una serie de determinaciones positivas y negativas en la legislación que garantizan los derechos del niño y del adolescente, entre ellas, la prohibición del trabajo infantil antes de los diecisiete años, salvo en la condición de aprendiz, a partir de los catorce años. Sin embargo, contemporáneamente, se verifica que la práctica del trabajo infantil artístico es una realidad en la sociedad brasileña. El número de niños que participan de producciones artísticas y publicitarias es creciente. En Brasil, no hay ninguna reglamentación sobre el tema, habiendo divergencias doctrinarias sobre su legalidad y sobre la forma como tal práctica debe ser ejercida. Mientras tanto, además de las cuestiones legales, se hace necesario analizar si los derechos de personalidad del niño y del adolescente, en especial su derecho de imagen, son debidamente respetados en estas relaciones de trabajo. Así que, tratándose de personas en desarrollo y absolutamente incapaces, los padres son los principales guardianes de sus intereses. Se hace necesario, por lo tanto, verificar si en estas relaciones hay abusos del derecho de imagen de estos niños y de estos adolescentes, cuales son los efectos de esta práctica laboral en la vida y en el desarrollo de la personalidad infantil, bien como la responsabilidad de los responsables legales, de la sociedad y del Estado en la defensa de los intereses del niño o adolescente.