Fragilidad del Multilateralismo en la Época de Covid

Resumen

La pandemia Covid-19, que se extendió a casi todos los países del mundo entre finales de 2019 y los primeros meses de 2020, supuso costos humanos y sociales muy elevados y crecientes, así como, en virtud de las medidas necesarias para contener la propagación del virus, una contracción sin precedentes de la actividad económica a nivel mundial. Nacida en China y extendiéndose rápidamente a Europa y al resto del mundo, la pandemia se ha extendido incontrolablemente, alterando los programas de trabajo de los gobiernos y las instituciones nacionales e internacionales, y ejerciendo presión sobre las estructuras y servicios nacionales de salud, abrumados por la rápida propagación de infecciones y el aumento de hospitalizaciones y muertes. Los Estados, en diversos grados, se encontraron desprevenidos para enfrentar un desafío tan difícil como imprevisto y, lamentablemente, aún no completado: cada uno trató de implementar la mejor estrategia posible para detener a un invasor sin armas y sin aparatos militares, pero no por lo tanto, menos peligroso y mortal. La pandemia ha obligado a adoptar medidas drásticas de distanciamiento social y cierre de actividades productivas que a su vez han tenido consecuencias dramáticas en la economía, lo que ha provocado un colapso del PIB en creciente dificultad.