Imprescriptibilidad de Los Derechos de La Personalidad

Resumen

Los derechos de la personalidad, inherentes a la dignidad de la persona humana, son inviolables, vitalicios e imprescriptibles y se aplican a toda y cualquier persona humana, que los adquiere a partir del nacimiento. Aunque los derechos de la personalidad sean vitalicios, o sea, persistan mientras haya vida, los mismos son resguardados también tras el fallecimiento de la persona humana. En virtud de su importancia, los derechos de la personalidad no son comercializados y tampoco enajenables. Aunque el Código Civil de 1916 tenga ignorado completamente los derechos de la personalidad, puesto que, debido a su carácter patrimonialista, entendió el legislador que el mismo no merecía ser incluido, sin embargo, la Constitución Federativa de Brasil de 1988, claramente garantizó los mismos y el Código Civil de 2002 vino cumplir la laguna del Código Civil de 1916, dedicando, en su parte general, un capítulo para tratar sobre los derechos de personalidad, garantizando, así, el derecho a la dignidad que toda y cualquier persona detiene.