La tutela civilística de la vida

Resumen

Contextualización: El presente estudio se sitúa en el contexto de los desafíos impuestos por la posmodernidad a la concepción tradicional del derecho a la vida como derecho absolutamente indisponible. La creciente discusión sobre cuestiones bioéticas, particularmente relacionadas con los nascituros y las situaciones de final de vida, ha planteado interrogantes sobre los límites de la tutela jurídica de la vida humana. En el ordenamiento jurídico portugués, estas cuestiones cobran particular relevancia ante los cambios legislativos en materia de aborto y los debates contemporáneos sobre eutanasia, exigiendo un análisis profundo que privilegie la dignidad de la persona humana como fundamento axiológico del derecho.

Objetivo: El presente estudio pretende analizar la tutela civilística del derecho a la vida, especialmente en relación con los nascituros y las situaciones de final de vida, cuestionando los desafíos impuestos por la posmodernidad a la concepción tradicional del derecho a la vida como derecho absolutamente indisponible.

Metodología: La investigación adopta un enfoque jurídico-dogmático y axiológico, examinando la legislación penal y civil portuguesa, jurisprudencia nacional y extranjera, y doctrinas jurídicas relevantes. Se analiza la protección jurídica del embrión y las cuestiones relacionadas con la eutanasia a través de una perspectiva que privilegia la dignidad de la persona humana como fundamento axiológico del derecho.

Resultados: El estudio demuestra que: (1) no existe un derecho al aborto en el ordenamiento jurídico portugués, siendo este siempre ilícito, aunque no punible en determinadas circunstancias; (2) el nascituro posee personalidad jurídica y derecho a la vida, justificando la aplicación de mecanismos de responsabilidad civil y medidas preventivas; (3) los derechos invocados por las gestantes (desarrollo de la personalidad, libertad, propiedad sobre el cuerpo) no legitiman el aborto; (4) la eutanasia no puede ser considerada como ejercicio legítimo de autonomía, constituyendo negación de la propia personalidad.

Conclusiones: Un ordenamiento jurídico verdaderamente comprometido con el derecho debe rechazar tanto el supuesto derecho al aborto como a la eutanasia. La protección de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, se fundamenta en la comprensión de la persona como ser libre y responsable, cuya dignidad se construye en el reconocimiento y respeto por el otro. Las normas que consagrasen tales derechos constituirían normas injustas, incompatibles con el fundamento axiológico del ordenamiento jurídico.