Judicialización de La Salud y La Transferencia Del Control sobre El Cuerpo

Resumen

La presente investigación objetiva desvelar la relación de poder que sobresale de la denominada Judicialización de la salud. La creencia de que los textos pudieran resolver nuestros problemas sociales, en especial el de la salud pública, fue, esperanzadamente, puesta en los dispositivos de la Constitución de 1988. A partir de entonces, toda la doctrina pasó a creer que solo tal providencia resolvería la problemática. Sin embargo, hace poco tiempo, delante de la ineficacia del Poder Público, frente al Sistema Único de Salud instituido en 1988, en dar asistencia a la salud individual, las demandas llegan al Poder Judiciario. Como tutor de la sociedad, el Poder Judiciario se pone en la condición de salvaguardar los derechos sociales. Sin embargo, por más que pueda parecer inofensiva, tal tendencia, concretada, muchas veces, por la inercia de los demás poderes y otras tantas por la creencia en el poder de transformación social de las normas, disimula una relación de poder que es extremamente dañosa. El poder judiciario asume el control sobre el cuerpo del individuo y, a causa de eso, puede dejarlo vivir o dejarlo morir de acuerdo con el libre convencimiento del magistrado. El único reducto de poder en que el Poder Judiciario no extendía sus brazos cayó con la Constitución de 1988 y con el movimiento de judicialización de la salud.