Consentimiento Informado en la Relación Médico-Paciente

Resumen

El consentimiento informado tiene gran importancia en la aferición de la responsabilidad del médico. Legitima la actuación del médico. Su obtención es obligatoria, salvo en los casos de privilegio terapéutico, tratamiento compulsorio y renuncia al derecho a la información. Son presupuestos de validad del consentimiento informado: capacidad, información y consentimiento libre o aclaración. El médico debe informar todos los riesgos, beneficios o alternativas que recurren del tratamiento quirúrgico o terapéutico que el paciente será sometido. La información debe ser repasada en conformidad con el grado de conocimiento del paciente, o sea, concientemente, tendrá plenas condiciones de autorizar o no el tratamiento. La forma del consentimiento es libre, pero se recomienda que sea por escrito, con la intención de evitar futuras demandas judiciales. El consentimiento puede ser revocado a cualquier momento, bien como ser dado, de forma parcial. El encargo de la prueba es del médico (Código de defensa del consumidor, art. 6°, VIII), cabiendo al paciente sólo la prueba de la existencia de algún vicio de consentimiento. La falta de del consentimiento informado genera la responsabilidad del médico, mismo en caso accidental o de fuerza mayor, a la vez que asumió el riesgo. Mismo que haya la obtención del consentimiento, el médico responderá, cuando actuar con culpa. El médico estará libre de responsabilidad por la ausencia del consentimiento sólo en casos excepcionales.